Devolver la autonomía y asegurar la tranquilidad de los/as cuidadores de personas dependientes. La mayoría de la atención a personas dependientes lo realizan cuidadores no remunerados (familiares y amigos) en residencias particulares que deben ser adaptadas y monitorizadas para garantizar la seguridad de las personas dependientes durante la evolución de su enfermedad, mientras esperan el apoyo de la administraciones o su traslado a centros especializados.