Algunos pacientes de leucemia son sometidos a un transplante de médula. Este transplante implica que deben estar en total aislamiento durante dos-tres semanas: no pueden ir a clase, no pueden ver a sus amigos ni jugar con ellos. Con mi proyecto he intentado diseñar un juego al que ellos también pudieran jugar: me imagino a todos en una sala jugando juntos, cada uno con su dispositivo, siguiendo unas reglas que Ana, mi usuaria en aislamiento, les va diciendo. Ella sería la encargada de guiarles durante la partida, de ponerles pequeñas trampas y condiciones y de premiarles cuando ganen.